Camino en círculos infinitos,
donde nadie es testigo de mi locura;
quiero dejar de pensar
y me engaño como a un niño…
Ha llegado el momento de respirar aire puro,
de aceptar la realidad miserable de mi vida
y aprender a caminar nuevamente;
mirando al cielo inmenso,
escuchando los latidos de mi corazón inquieto
y dejando para siempre en el fondo del alma,
la sonrisa de una niña
y el amor de una mujer…
MELB